Tomates confitados
Para
mí, uno de los grandes descubrimientos de los últimos años. No solo aportan
sabor y textura al plato, sino que se pueden incorporar a gran variedad de
recetas. Además,
podemos emplear el aceite en que los hemos preparado no solo para conservarlo,
sino para aromatizar otros platos y aliños.
Es
en esta versatilidad donde reside gran parte de su atractivo (obviando que
están deliciosos), pues pueden ser desde los protagonistas del plato a ese
ingrediente secundario que, como el mejor actor de reparto, consigue hacer que
todo el conjunto brille aún más, ofreciéndonos una interpretación, o en este caso
un plato, inmejorable.
Ingredientes:
-
500 g de tomate
cherry.
-
Dos dientes de ajo.
-
20 g de azúcar.
-
Una rama pequeña de
albahaca fresca.
-
Una pizca de sal.
-
Aceite de oliva.
Procedimiento:
En
una cazuela pequeña, ponemos los tomates lavados y secos, los dientes de ajo
pelados y partidos por la mitad, el azúcar, la albahaca y la sal.
Añadimos
aceite de oliva hasta cubrir los tomates y ponemos al fuego.
Calentamos
a fuego lento el aceite, controlando la temperatura para que este no llegue a
hervir y cocinamos durante 40 minutos.
Cuando
los tomates estén listos, los ponemos en un bote de cristal con tapa. Si los
vamos a utilizar inmediatamente, bastará con dejarlos enfriar, pero si no, es
mejor cerrar el bote al vacío poniéndolo al baño maría.
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